Una serpiente estaba persiguiendo a una luciérnaga. Cuando estaba a punto de comérsela, ésta le dijo: "¿Puedo hacerte una pregunta?". La serpiente respondió: "En realidad nunca contesto preguntas de mis víctimas, pero por ser tú te lo voy a permitir." Entonces, la luciérnaga preguntó: "¿Yo te he hecho algo?" "No", respondió la serpiente. "¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?", preguntó la luciérnaga. "No", volvió a responder la serpiente. "Entonces, ¿por qué me quieres comer?", inquirió el insecto.
"Porque no soporto verte brillar", respondió la serpiente.
Gente tóxica
B. Stamateas
2 comentarios:
Siempre es un placer encontrar una entrada tuya.
Un beso.
Muchas gracias papá. No tengo todo el tiempo que me gustaría para escribir en el blog, pero alguna de vez en cuando no está mal, jeje.
Un beso!
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