Las invoco tantas veces a lo largo del día que apenas me hacen caso y se me escurren entre los dedos con una mueca graciosa mientras me agobian las frustraciones y se impone el silencio. Es una manera poética de gritar en alto mi pánico al papel en blanco... Me reconozco abrumada estos días. No puedo decir que haya pasado por el mejor fin de semana de mi vida, preocupada por una fatalidad que no fue y pudo haber sido. No he pegado ojo por mis pobres ojos doloridos, por una extracción de muelas con fecha inoportuna, por un golpe en mi rodilla izquierda (a-co-jo-na-da) que me ha impedido entrenar... por esa Media Maratón que se alza como un muro que tengo que saltar. Por un artículo de investigación que no acaba de quedar como yo quiero y la fecha límite se acerca (mañana) y aún está sin rematar... ¿cómo puedo invocar así a mis musas? No me queda más remedio que acudir al rincón elegido por ellas, donde se conjuran...
La caja sorpresa del Folies Bergère, aquella que contenía el libro perdido, se abre como una ostra celosa de enseñar su perla y me deja sacar cuidadosa la pluma elegida, porque no es lo mismo conjurarlas vestido de cualquier manera... la magia debe ser frotada de una lámpara maravillosa, ya lo dicen los cuentos. Todas ellas, cada pluma ha sido seleccionada por las personas que mejor me conocen (no he comprado ninguna), y todas ellas, cada pluma tiene su turno de intervención según el momento adecuado. Para otras escrituras menos exigentes tengo recursos de alta clase, no vayáis a pensar, y es entonces cuando del viejo tintero (realizado por la artista) sale la magnífica MontBlanc Meisterstuck, Homenaje a Wolfgang Amadeus Mozart. Con semejante nombre debe invocar a la más voluntariosa de las musas, lo sé, pero no siempre funciona. Se necesitan más polvos mágicos caídos de esas campanillas de mi corcho... y mi mente vuela a Venecia, al viaje imposible realizado con mi binomio, al Ponte dei Sospiri grabado en mi marcapáginas más selecto, realizado con cristal de Murano trabajado, regalo de mis ojos azules, y que aún no he utilizado porque no ha llegado la obra maestra capaz de soportarlo. Y como buena filóloga invoco a los nombres ilustres, y llega Shakespeare manuscrito en mi memoria de cada día, y El Principito, al que acudo en cada ataque de melancolía, incapaz de contemplar 43 amaneceres en un sólo día.
Quizás entonces regresen las musas...
11 comentarios:
Antes escribía y las musas me venían siempre escribiendo. Ahora apenas escribo y las musas me vienen justo antes de dormir. A veces mientras corro se me ocurre alguna frase que luego en casa ya no recuerdo. Las musas creo que a veces juegan con nosotros...
Montblanc Meisterstück (obra maestra) , todo un icono en el mundo de la estilográficas. Otra de mis pasiones. Desde luego una buena ayuda para las musas.
Un saludo.
Yo también llevo una temporadita de aúpa. Con las rodillas bastante tocadas y ahora un catarro fuerte, no sé cuándo me voy a poner a entrenar. Voy a tener que quitar lo del deporte en el blog. Pero no desistamos y tengamos esperanza en recuperarnos e inspirarnos en todos los sentidos.
Puedes con todo esto y con más.... estoy convencida!!
Me gusta las fotos que has puesto en la entrada... huelen a ti, parece que puedo olerte cuando las veo y cuando leo tu entrada.
Las musas siempre estan a tu lado, pero a veces se esconden debajo de la cama, juega con ellas al escondite en ocasiones lo piden a gritos!
Mil besos guapa!
Espero que las musas llegara a tiempo y pudieras terminar el artículo.
Cuídate esa rodilla y ánimo que el muro de la media maratón lo saltarás con total seguridad.
Un beso.
Pídeselas al viento, que últimamente transporta de todo...
Salud !!
Rafael: ¿que no te llegan las musas? ¿y tu blog? jeje
rubenlois: estoy de acuerdo contigo. La Montblanc Meisterstück es una de las joyas de mi corona.
Gregorio: ánimo con ese catarro y las rodillas. Yo aún tengo un moratón considerable, pero estoy bien, por suerte.
Sandra: ya sé que lees mi blog desde hace tiempo, pero aun así te doy la bienvenida oficialmente. Ya sé que puedo con muchas cosas, pero es que también estoy muy bien rodeada para afrontarlo todo: tengo un Equipo fantástico, jeje:P
Mariu, mi Mariu: me ha encantado eso de que huele a mí, jeje. Más que jugar con las musas, creo que hay que colaborar con ellas. Por cierto, gracias por el mail que me enviaste. Creo que tengo un poco de cada una:P
Beatriz: terminé el artículo, felizmente. Y no me quedó mal, según mo director. La rodilla ya está en proceso de normalización, esperando esa Media. Un beso!
CarLitros: efectivamente, llegó una ventolera y con ella las musas.
Un saludo a todos y muchas gracias por dejar vuestros comentarios!
No busques la musa detrás de una esquina, ni debajo de la cama (como dice tu mariu), la musa va siempre detrás de tí.
Preciosa entrada.
Un beso.
El anónimo piensa que las musas no las buscas, sino que ellas te buscan a ti, y cuando te logran cazar, es un cúmulo de ideas tan elevada que tu mente vuela a donde tú quieras, ellas buscan una persona que las pueda narrar.¿Serias tu capaz?
Saturnino: me quedo con esa frase tuya, "la musa va siempre detrás de ti".
Anónimo: sí soy capaz.
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