Persiguiendo un hilo rojo...

Acabo de ver la fecha del último post publicado y casi me da algo... No puede ser que ya haya pasado tanto tiempo y yo sin enterarme. Me pregunto cuándo terminará esta odisea particular para que no parezca que los días vuelan uno tras otro y yo los atraviese de puntillas, casi rozándolos. Y sin embargo, cuánto he crecido estos meses, cuánta riqueza, cuántos horizontes nuevos, perspectivas, miradas... 

En mi nueva etapa laboral he tenido la gran suerte de encontrarme con compañeros cuya calidad humana es insondable (ya era hora, por cierto) y, de entre todos, hoy me apetece dejar constancia en De hoja roja de una historia que me ha atrapado desde el principio. Su protagonista es mi compañera Nuria y su familia, y es ella misma quien la cuenta en su blog El hilo rojo de Zoe, basado en una leyenda oriental que dice que, 

«Un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper»


El hilo rojo que ha tejido la familia de Nuria desprende un amor sin condiciones, ese que tienes de quien no te juzga, de quien te busca y te sostiene sólo porque eres tú. No se me ocurre mejor forma de terminar el día que asomarme a la ventana de Bruno, Ariel y Zoe cada noche, así sé que fuera de esta vorágine diaria está esa paz que te hace dormir con una sonrisa en los labios, esa paz que ya me está esperando...

Vía xiahpop

2 comentarios:

Tequiero Portusvinilos dijo...

Mil gracias, Sonia, por tus palabras.
Me siento muy afortunada por haberte encontrado y espero seguir aprendiendo de ti y disfrutando de tu compañía cada día.
Un beso muy grande.
Nuria

media maraton leon dijo...

Nos tienes olvidados :)