III Cross Altobar de la Encomienda

Hoy me hubiera gustado sentarme a escribir una crónica bien distinta. Decir que me presenté en Altobar uno de los días más calurosos del año, que participé en un cross de unos 8km y que me lo pasé como una enana. Esas fueron las sensaciones hasta un poco antes de mitad de carrera, cuando todo se vino abajo y lo que hubiera sido una carrera divertida se convirtió en un infierno, peor aún, lo convertí yo.


Mis padres me acompañaron a este pueblo del Páramo leonés, con una sensación extraña a diferencia de otras ocasiones, y es que esta vez mi padre no iba a participar, sino que por primera vez en mucho tiempo contemplaría los toros desde la barrera, muerto de envidia. Así que estaba sola ante el peligro. Había trabajado bien, estoy con fuerzas y lo noto. Las sesiones complementarias de piscina me están ayudando mucho: el entrenamiento es muy completo y no castigo la rodilla, un poco dolorida estos últimos días. Nos encontramos con viejos amigos como Tecolinha, Crazysoul y L. A. de Media Maratón León, lo que ya convierte la carrera en un nuevo encuentro agradable y simpático. Las mujeres salimos a las 10:30 (no entiendo por qué no podemos participar todos juntos, al fin y al cabo la carrera es popular) y se prevé el calor. Mientras caliento estudio un poco el terreno: llanea y tiene mucha bajada, eso me gusta. Veremos a ver cómo nos comportamos en nuestra asignatura pendiente, las cuestas. Reconozco caras de otras carreras y rápidamente distingo el pódium (por cierto, no me equivoqué), de nuevo con la presencia de Ana Isabel Alonso.


Somos unas 30 mujeres y dan el pistoletazo, o más bien, la bajada de bandera. Esta carrera es cosa de tres y pronto nos sacan una ventaja considerable. Busco un ritmo cómodo y lo encuentro y me voy situando entre las diez primeras, bien colocada y a gusto. Lo sé, voy bien, las piernas no me preocupan, sé que he trabajado con garantías. De lo que se trata es de seguir el ritmo. Salimos del pueblo y entramos en la zona de bodegas que bordeamos con una buena bajada para seguir entre los regadíos. Una vez regresamos al pueblo lo hacemos por la única cuesta de valor, que no tiene mucha pendiente y se alarga. En mi primer paso por este punto me doy cuenta de que puedo con ella, que puedo aprobar esa asignatura y sigo a buen ritmo hasta completar la primera vuelta.


De nuevo esa sucesión de calles, con un poco de pendiente hacia abajo y otra vez en las bodegas para seguir por los caminos. El iPod me bombardea con buena música. Me lo estoy pasando bien. Encaro la cuesta hacia abajo, alargo un poco la zancada y, de repente, resbalo o tropiezo, no lo sé. Hago mil esparavanes para no caerme, si toco el suelo caigo rodando pendiente abajo, y al final consigo mantener el equilibrio con la adrenalina a tope y las pulsaciones al límite. Se me encoge el corazón. En mi mente sólo suena una palabra: "¡Mierda!". Como en los submarinos hago control de daños: nada, no me ha pasado nada, la rodilla está bien. ¿Cuánto ha pasado? Cinco segundos. Ese es el tiempo que se necesita para destrozar una carrera.


Me queda vuelta y media y se me va el ritmo, no lo encuentro, me desespero, ralentizo las zancadas, vuelve ese correr torpón que tanto odio y... ¡oh, no! El dichoso punto ataca y literalmente voy doblada. Tecolinha y Pedrín se acercan por detrás y rápidamente me ven la cara. Me ofrecen agua, Pedrín tira un poco de mí... llegamos a la cuesta y nada, tengo que subir andando. Veo a mi padre correr hacia mí con una botella de agua. Crazysoul, ya vestido, me acompaña un poco para que recupere el ritmo. No sé si echarme a llorar. Agacho la cabeza y sigo paso tras paso, nula en reacciones, contemplando impotente cómo me van adelantando. No sé qué pasa en la última vuelta, me dejo llevar deseando terminar esa tortura. Hasta que nuevamente Crazysoul me recoge al final y llego a meta en casi 50 minutos.


De nuevo un pajarón, esta vez mental, me impide disfrutar de una carrera que llevaba controlada. Otra asignatura pendiente: desterrar el no puedo, ese al que me aferro cuando vienen mal dadas y que acaba convirtiendo mi carrera en una tortura, un infierno autoprovocado por la todopoderosa fuerza de nuestra mente. Pero de todo se sacan lecturas positivas, esta vez de los amigos que acudieron a competir igual que yo y me ayudaron en el camino. El compañerismo ennoblece este deporte y a las personas que lo practican. Y eso sí que merece un buen pódium.

18 comentarios:

Rafa González dijo...

Te estás curtiendo muy bien. Hace poco podium, ahora sufrimiento... Todo eso te va a enseñar muchísimo, seguro. Y me encanta tu reflexión final: siempre hay un motivo para sentirse campeón!! Animo Sonia, a por la próxima.!!

Guille dijo...

Este deporte es así, parece que solo cuenta la parte fisica. Pero es mucho mas importante la parte mental. En este caso una simple caida hace que la cabeza no funcione. Pero es normal le pasa a gente que lleva corriendo toda la vida, a mi me ha pasado muchas veces, y te sientes impotente por que sabes que puedes hacerlo mejor. Pero no pasa nada, xq si realmente te gusta correr siempre sacarás algo positivo de la experiencia. Y veo que tu lo has hecho. Soy de los que piensa que el vaso hay que verlo medio lleno. Además el tema mental se mejora con la experiencia.

Espartano dijo...

Y no seria alguna carredora que queria quitarte de en medio haciendote la zancadilla?, siempre es suculento quitarse a una campeona como tu de en medio.
Tomalo como una suma mas de experiencia, porque no todo es correr a un ritmo y ale de salida a meta, siempre hay contratiempos que hay que saber salir de ellos.

Cuidate.

Servando dijo...

Hay un dicho que dice que lo que no te mata, te hace más fuerte, lo más facil habría sido abandonar, pero decidiste seguir sufriendo... Eso ya es una victoria.
Ánimo Sonia, ya vendran carreras mejores, lo importante es que cojas experiencia.
Un beso amiga

Unknown dijo...

Yo creo que es muy positivo que, a pesar de todo, lograras terminar la carrera. La mente se entrena, y lleva su tiempo. Tú estás en ello y todo llegará, porque sufrir en carrera nunca es agradable y la primera reacción es un "no puedo", sobre todo cuando las cosas no van bien. Sufrir cuando estás haciendo un carrerón o cuando puedes lograr un buen resultado es mucho más fácil.

De todos modos yo tengo mucha confianza en ti, te tomas esto muy en serio y tratas de mejorar cada día en todos los aspectos. Además tienes en tu padre un buen guía del que sabes sacar provecho.

De todos modos espero que la próxima carrera no tengas tantos problemas y la disfrutes mucho más.

Un besazo Medio Vecina !!

Saturnino dijo...

Te lo he repetido en un sinfín de ocasiones "fuerza de voluntad", con ella se llega a cualquier parte; sabes que la entrada del "No puedo" va por tí. Hay que forzar en los entrenamientos, la carrera ya es para disfrutar.
Un beso.

Quique dijo...

Hola Sonia, de estas carreras se aprenden y seguro que la proxima vez ese SI PUEDO te sale con rabia y las piernas te responden.

Tienes mucha constancia y eso te hará subir esas cuestas sin ese correr torpón....seguro.

Un saludo y bonito pódium
Quique

Anónimo dijo...

Sonia, sólo fue una carrera (con un traspiés). Olvidate de ella y centrate en la siguiente (no va a haber cuestas). Me quedo con la cara de felicidad de la foto del podium, como te dice Saturnino: "Las carreras son para disfrutar", bastante sufrimos en el día a día. L.A.

Abe dijo...

Sonia, salió Yulamanova... son días no te comas la cabeza, que no se diga irreductible, nada de venirse abajo, si vosotros cedéis ¿qué sera de mí? Ánimo aún nos quedan muchos kilómetros para dar una patada al "IM" y quedarnos con el "POSIBLE".
Besos CAMPEONA.

Tecolinha dijo...

Sonia, enhorabuena: por lo que deduzco creo que esta ha sido una prueba más de tu lucha en la vida.
De todo se aprende, ánimo, recuerda el slogan de tu club, "nunca correrás sola".
Un abrazo.

SONIA dijo...

Rafa: siempre saco algo de provecho de todas mis experiencias, y ahora corriendo no hay día en el que no aprenda algo: más cabeza y compañerismo son las enseñanzas de esta carrera.
Un saludo!

gargar: nunca se me ha dado bien el fondo por eso, porque no sé mantener la cabeza en su sitio, porque me cuesta un montón concentrarme y necesito mil motivaciones para no rendirme. Pero en ello estoy.
Un saludo!

Espartano: qué va, la torpe fui yo, como siempre, jeje. Parezco la pupas! Viviendo y aprendiendo.
Un saludo!

Crazysoul: muy mal tienen que estar las cosas para que yo abandone. Sólo lo haría (y lo he hecho) cuando sabía que humanamente no podía llegar a meta. No era el caso. Además estuve muy bien acompañada. Muchas gracias de nuevo por tirar de mí en esos duros momentos.
Un abrazo amigo!

CarLitros: cada día es una aventura nueva. Me doy cuenta que cada logro me cuesta muchos traspiés, pero me proporciona tanta satisfacción personal que cuanto peor lo paso más ganas de zapatilla tengo. Aún me queda mucho trabajo por delante, pero ahí sigo.
Un besazo Medio Vecino!

Saturnino: fuerza de voluntad tengo para muchísimas cosas, nunca me acobardo. Otro en mi lugar, con la rodilla destrozada, no estaría haciendo lo que hago yo. El fondo se me resiste y me cuesta mucho trabajo. Ahora eso sí, esta guerra la gano como que me llamo Sonia.
Un besín!

Quique: poco a poco voy pudiendo con las dichosas cuestas, aunque tenga que bajar de nuevo y volver a subirlas. Creo que la próxima carrera no tiene, espero hacer un buen papel.
Un saludo!

L.A.: me gusta aprender de las carreras, siempre fallo en algo, así que intento mejorar día a día. A ver qué tal la siguiente. Esa foto de pódium es fantástica, de campeones, como debe ser.
Un abrazo!

Abe: a irreductible no me gana nadie. Me sufrí el mal momento y llegué como pude, y además aprendí valiosas lecciones, las suficientes como para seguir dándole caña al "imposible".
Un abrazo!!

Tecolinha: si me dicen hace un año que iba a estar metida en estos berenjenales me habría dado la risa. Y ahora echo la vista atrás y resulta que he ganado unas cuantas batallas, además de amigos. Cada error me impulsa a mejorar, y por eso me encanta este deporte.
Un abrazo!!

More dijo...

Sonia,pese ha ese NO PUEDO que te atormento durante el final de la carrera,debes sacar el lado bueno de esa carrera,que ya lo has hecho,viendo el compañerismo que existe en el atletismo popular,pero para mi lo mas importante es.... que terminaras esa carrera mas alla del tiempo con el que acabaras, ese NO PUEDO acabara por dejar de darte la lata ya veras y entonces en todas la carreras te dedicaras ha disfrutar.

Un saludo.

Anónimo dijo...

Como se ve en la última foto... eres LA NUMERO UNO! ¡¡¡ANIMO!!!

Santa Biología dijo...

No siempre salen las cosas como esperávamos, ni mucho menos. El atletismo en toda su grandeza tb es un deporte bastante desesperante e ingrato y no siempre nos da todo lo que por derecho nos corresponde, es más, si puede nos lo quita.

No te parelices cuando te suceda algo por el estilo, eso jamás, siempre hay que coger al toro por los cuernos y "poder". Poner nuestro metabolísmo al 100% es un lujo, buscar nuestros límites tant físicos como psísicos está al alcance de muy pocas personas que como tú se atreven a buscarlos, por eso engancha el atletismo, porque día tras día la desesperación y la desilusión se agazapan tras nuestroas pasas, esperando una pequeña rendija para acavar con nuestras ilusiones y no dejar que cunplamos nuestros objetivos, pero contra eso, HAY QUE PISAR MÁS FUERTE, aferrarse al suelo, apretar los dientes, invocarse a San Judas Tadeo (ptrón de las causas perdidas), cabeza alta, sienes encendidas por la escitación de verte al borde de la estenuación y a morir por llegar a meta. Tan facil como la vida misma. Tan facil como sentirse vivo.

Santa Biología dijo...

Ah, por cierto Sonia, mira, lee ésto, seguro que te gusta, yo algún día que otro lo he hecho antes de salir a rodar y me ha valido de aliento:

http://lasantabiologia.blogspot.com/2009/04/para-ti-nenaza-y-para-todos-los-hommo.html

Un saludo

SONIA dijo...

En cuanto a mí: muchas gracias por las palabras de aliento y por el texto.

Un saludo!!!

Carlos dijo...

Bonita entrada Sonia, casi como una novela: con su planteamiento, nudo y desenlace; y esa pequeña moraleja final que me ha encantado: El compañerismo ennoblece este deporte y a las personas que lo practican. Y eso sí que merece un buen pódium., junto a la foto con los que supongo son dos de tus "ángeles de la guarda" durante la carrera. Muy emotivo.

Ignoro qué le ocurre, pero cuida esa rodilla, porque por encima de las carreras está el correr por el simple placer de poder hacerlo, y eso nos tiene que durar muchos años, aunque por ahí estará Saturnino para darte buenos consejos.

Un saludo. ;-)

SONIA dijo...

Carlos: perdón por darte la bienvenida tan tarde, esto de poder revisar el blog casi a hurtadillas es un rollo. Muchas gracias por tu comentario; en todas las circunstancias se pueden aprender cosas. Ese pódium es de campeones, y me encanta estar bien rodeada de buenos amigos y runners. Las rodillas, por desgracia, deben estar siempre entre algodones y Saturnino ayuda a que no gane la impaciencia.
Sé bienvenido! Un saludo!!