Esta es, seguro, la entrada más impopular de mi blog, dado el mayoritario público masculino que lo visita. Pero situaciones recientes de mi entorno más cercano me han obligado a coger la pluma de Carrie y esbozar un nuevo estudio sociológico que intenta retratar la más antigua de las relaciones entre personas (término que en algunos casos pongo en duda, como se verá): el amor. Más exactamente, la imposibilidad de amar en nuestra época. Sabemos que no todos sois iguales, que allá, en algún rincón del planeta Marte del que procedéis existe alguien que es capaz de tratar a una mujer como lo que es: Belleza. Con mayúsculas. Sí señor.
Y es que nos sentimos estar arrastradas por una educación secular que si bien ahora comienza a dar la vuelta a la tortilla, no hace muchos años nos consideraba como meros jarrones decorativos (en el mejor de los casos), escobas andantes, objetos en definitiva. Asistimos a una de las grandes revoluciones del siglo XX, la de la mujer. Pero no es oro todo lo que reluce. Pongamos los puntos sobre las íes. En la mayoría de los casos seguimos confinadas en casa, lugar natural que al parecer nos corresponde, después, eso sí, de ocho horas intensas de trabajo; seguimos siendo partícipes de una educación sexista porque nos siguen tratando de la misma forma. Se necesita una nueva generación más para que los resultados comiencen a ser visibles para todos. Y luego están las políticas sociales de igualdad y esas gilipolleces del lenguaje sexista, como si éste en verdad lo fuera y no las personas que lo usan. Palabras, palabras, palabras. En mi opinión el punto de vista del debate está totalmente equivocado. Yo no defiendo la igualdad para las mujeres. Es más, me parece una aberración descomunal tal planteamiento. Lo que yo creo es en la igualdad, sí, pero para los hombres, para que de una vez por todas estén a la altura de la Belleza y, además, se la merezcan.
Quizás esté siendo demasiado dura y mis palabras no sienten demasiado bien. También soy consciente de que las mujeres escondemos un fondo de perversidad nada desdeñable. Sí, somos malas. Y a veces pienso que deberíamos serlo más, porque en el fondo nos dejamos llevar por las películas Disney, creemos ser princesas y que se nos tratará como tal y caemos una y otra vez en los brazos de don juanes de pacotilla que no se encuentran el culo ni con las dos manos. Así son las cosas. Por siglos que pasen, por mucho progreso que seamos capaces de generar, los hombres seguirán en Marte y las mujeres en la Tierra (que no en Venus, hasta la mitología nos es desfavorable). ¿Qué es lo que está pasando en las nuevas generaciones masculinas? Pues ni más ni menos que la puesta en marcha de todo un manual de respuestas consabidas que circulan de boca en boca y que tienen como objeto desembarazarse de la chica con los pies en el suelo, inteligente y divertida, a cambio de la femme fatale de turno. No me lo invento. Esto no es una leyenda, sino pura realidad. Veamos los ejemplos.
"Somos demasiado amigos para estropearlo". Mentira. Creo que tanto hombres como mujeres somos muy capaces de valorar la amistad (esa delgada línea que muchos son incapaces siquiera de dislumbrar). Las cosas son más sencillas de lo que parecen. La amistad bien entendida no implica tratar a las personas como si fuesen de usar y tirar. Los amigos están ahí para mucho más que eso. Del tipo es "Eres muy especial para mí, ya lo sabes". Mentira. Reconozcámoslo. La única personal especial es mamá. Y punto. Nada de complicaciones como "Eres muy especial, pero ahora no es el momento, no estoy en ese punto", cuando en realidad el momento será cuando le apetezca y el punto... dudo mucho que lo encuentren. Más sorprendente es "Necesito un tiempo para mí, para pensar". Mentira. Juraría que lo de pensar no entra en ciertos vocabularios masculinos. Un cerebro aplastado entre las piernas está abocado a extinguirse. Y por supuesto, la mítica: "No eres tú, soy yo". Vengo mal de fábrica. No hace falta que lo jures. Luego están aquellas otras que implican una cierta dosis de culpabilidad y autorreconocimiento de la imbecilidad, a saber: " tú no has hecho nada, soy yo que soy un cabrón" , "te mereces algo mejor" o "estarás mejor sin mí", verdades todas obvias que no impiden que acabemos sintiéndonos como nos han tratado: pura mierda. Pero las que más me gustan son aquellas que atacan a la línea de flotación de toda mujer: el sentirse queridas. Aquellas que reconocen la existencia del sentimiento. Nada más lejos de la realidad: "No quiero jugar contigo", "En cuanto esté preparado para tener una relación serás la primera", "Te quiero mucho, pero no puedo estar contigo" y "Eres la que más me ha querido nunca, pero no quiero hacerte daño". Mentira. Mentira. Mentira. Y mentira. Un hombre que pronuncia estas frases como si fuera un contestador automático no ha querido en su vida. Y por último, la gran frase que demuestra la inteligencia superior del ser humano masculino, aquella que resume todo su potencial sentimental: "No sé". Magnífico. Escalofriante. Para echarse a sus pies. La personalidad de una pared hecha hombre. Lo nunca visto.
Una corriente generalizada de hartazgo y mala leche recorre al sector femenino. No me extraña. La maldad debería ser un arma bien afilada que blandir ante retrasados mentales como éstos. Las cosas son más sencillas de lo que parecen. Comunicarse es lo que nos define como seres humanos, pero tal habilidad se encuentra aletargada en algunos de nuestra especie. Decir las cosas como son, las verdades como puños, implica cierta dosis de daño, pero también de realidad y saber a qué atenerse. El juego no pactado con la otra persona genera muy malos entendidos. Mucho más el morro, la jeta y convertirse en un completo caradura imbécil y sobrado. Por mucho que lo intenten existen ciertos personajes, que no personas, que no se merecen la Belleza. Como tampoco nosotras palabras vacías de significado. Hechos. Sólo hechos: Amar y Querer sólo en mayúsculas. Lo demás... pura palabrería. Y mentira.
Empiezo a creer que las palabras de El jardín devastado de Jorge Volpi:
"Hombre y mujer son enemigos desde que el espermatozoide y el óvulo se baten por la supremacía. Es la guerra: uno busca reproducirse y escapar, otro reproducirse y negar la huida.
Nos asediamos, nos engañamos, nos traicionamos, nos herimos, nos contagiamos, nos laceramos, nos torturamos, nos destruimos. Al final nos abandonamos. Y luego esperamos al siguiente de la fila"
Y es que nos sentimos estar arrastradas por una educación secular que si bien ahora comienza a dar la vuelta a la tortilla, no hace muchos años nos consideraba como meros jarrones decorativos (en el mejor de los casos), escobas andantes, objetos en definitiva. Asistimos a una de las grandes revoluciones del siglo XX, la de la mujer. Pero no es oro todo lo que reluce. Pongamos los puntos sobre las íes. En la mayoría de los casos seguimos confinadas en casa, lugar natural que al parecer nos corresponde, después, eso sí, de ocho horas intensas de trabajo; seguimos siendo partícipes de una educación sexista porque nos siguen tratando de la misma forma. Se necesita una nueva generación más para que los resultados comiencen a ser visibles para todos. Y luego están las políticas sociales de igualdad y esas gilipolleces del lenguaje sexista, como si éste en verdad lo fuera y no las personas que lo usan. Palabras, palabras, palabras. En mi opinión el punto de vista del debate está totalmente equivocado. Yo no defiendo la igualdad para las mujeres. Es más, me parece una aberración descomunal tal planteamiento. Lo que yo creo es en la igualdad, sí, pero para los hombres, para que de una vez por todas estén a la altura de la Belleza y, además, se la merezcan.
Quizás esté siendo demasiado dura y mis palabras no sienten demasiado bien. También soy consciente de que las mujeres escondemos un fondo de perversidad nada desdeñable. Sí, somos malas. Y a veces pienso que deberíamos serlo más, porque en el fondo nos dejamos llevar por las películas Disney, creemos ser princesas y que se nos tratará como tal y caemos una y otra vez en los brazos de don juanes de pacotilla que no se encuentran el culo ni con las dos manos. Así son las cosas. Por siglos que pasen, por mucho progreso que seamos capaces de generar, los hombres seguirán en Marte y las mujeres en la Tierra (que no en Venus, hasta la mitología nos es desfavorable). ¿Qué es lo que está pasando en las nuevas generaciones masculinas? Pues ni más ni menos que la puesta en marcha de todo un manual de respuestas consabidas que circulan de boca en boca y que tienen como objeto desembarazarse de la chica con los pies en el suelo, inteligente y divertida, a cambio de la femme fatale de turno. No me lo invento. Esto no es una leyenda, sino pura realidad. Veamos los ejemplos.
"Somos demasiado amigos para estropearlo". Mentira. Creo que tanto hombres como mujeres somos muy capaces de valorar la amistad (esa delgada línea que muchos son incapaces siquiera de dislumbrar). Las cosas son más sencillas de lo que parecen. La amistad bien entendida no implica tratar a las personas como si fuesen de usar y tirar. Los amigos están ahí para mucho más que eso. Del tipo es "Eres muy especial para mí, ya lo sabes". Mentira. Reconozcámoslo. La única personal especial es mamá. Y punto. Nada de complicaciones como "Eres muy especial, pero ahora no es el momento, no estoy en ese punto", cuando en realidad el momento será cuando le apetezca y el punto... dudo mucho que lo encuentren. Más sorprendente es "Necesito un tiempo para mí, para pensar". Mentira. Juraría que lo de pensar no entra en ciertos vocabularios masculinos. Un cerebro aplastado entre las piernas está abocado a extinguirse. Y por supuesto, la mítica: "No eres tú, soy yo". Vengo mal de fábrica. No hace falta que lo jures. Luego están aquellas otras que implican una cierta dosis de culpabilidad y autorreconocimiento de la imbecilidad, a saber: " tú no has hecho nada, soy yo que soy un cabrón" , "te mereces algo mejor" o "estarás mejor sin mí", verdades todas obvias que no impiden que acabemos sintiéndonos como nos han tratado: pura mierda. Pero las que más me gustan son aquellas que atacan a la línea de flotación de toda mujer: el sentirse queridas. Aquellas que reconocen la existencia del sentimiento. Nada más lejos de la realidad: "No quiero jugar contigo", "En cuanto esté preparado para tener una relación serás la primera", "Te quiero mucho, pero no puedo estar contigo" y "Eres la que más me ha querido nunca, pero no quiero hacerte daño". Mentira. Mentira. Mentira. Y mentira. Un hombre que pronuncia estas frases como si fuera un contestador automático no ha querido en su vida. Y por último, la gran frase que demuestra la inteligencia superior del ser humano masculino, aquella que resume todo su potencial sentimental: "No sé". Magnífico. Escalofriante. Para echarse a sus pies. La personalidad de una pared hecha hombre. Lo nunca visto.
Una corriente generalizada de hartazgo y mala leche recorre al sector femenino. No me extraña. La maldad debería ser un arma bien afilada que blandir ante retrasados mentales como éstos. Las cosas son más sencillas de lo que parecen. Comunicarse es lo que nos define como seres humanos, pero tal habilidad se encuentra aletargada en algunos de nuestra especie. Decir las cosas como son, las verdades como puños, implica cierta dosis de daño, pero también de realidad y saber a qué atenerse. El juego no pactado con la otra persona genera muy malos entendidos. Mucho más el morro, la jeta y convertirse en un completo caradura imbécil y sobrado. Por mucho que lo intenten existen ciertos personajes, que no personas, que no se merecen la Belleza. Como tampoco nosotras palabras vacías de significado. Hechos. Sólo hechos: Amar y Querer sólo en mayúsculas. Lo demás... pura palabrería. Y mentira.
Empiezo a creer que las palabras de El jardín devastado de Jorge Volpi:
"Hombre y mujer son enemigos desde que el espermatozoide y el óvulo se baten por la supremacía. Es la guerra: uno busca reproducirse y escapar, otro reproducirse y negar la huida.
Nos asediamos, nos engañamos, nos traicionamos, nos herimos, nos contagiamos, nos laceramos, nos torturamos, nos destruimos. Al final nos abandonamos. Y luego esperamos al siguiente de la fila"
19 comentarios:
No me queda otra que darme por aludida ya en las primeras líneas donde hablas de 'situaciones recientes de mi entorno más cercano'.
Alguna frase me ha hecho recordar mi cara de idiota cuando vives en tus propias carnes tales sandeces, vease, "Te quiero mucho, pero no puedo estar contigo".
Y para terminar: SI! Me encuentro en eso que llamas corriente de hartazgo y mala leche.
Un beso, sister!!
PD: ENHORABUENA, gran estudio sociológico.
Sin nada más que añadir que no hayas dicho ya. Desde la primera letra hasta la última. Me quedo con el penúltimo párrafo. Increible pero cierto, o ver para creer y hay algunas que ya estamos cansadas de ver y de vivir ciertas cosas en primera persona y cansadas de tanta MENTIRA
Bueno no creo que hayas sido muy dura, más bien has sido muy franca. La franqueza quizás sea una de esas cosas que más añoro hoy en día, mi más sincera enhorabuena por haberla usado sin tapujos en esta entrada.
Estoy bastante de acuerdo en lineas generales con lo que escribes, sería un gran tema de conversación con un chocolate humeante en las manos, así daríamos rienda suelta a la comunicación, sin buscar ningún objetivo de ese coloquio, solo buscando el placer de conversar.
Un beso desde la tierra... creo.
Pues yo voy a ser honesto, joder.
Lo que has escrito me parece sincero, fundado y estoy seguro que motivado, ybien desarrollado y expuesto como no podía ser de otro forma tratándose de ti. Pero pienso también que es un análisis "no imparcial" y sesgado.
He conocido mujeres, en plural, que no se acercan a esa Belleza de la que hablas ni por asomo. He conocido hombres, en plural también, que la tenían de serie y se la han robado mujeres de esas que digo que no la merecen. He conocido mujeres, en plural también, que se han visto en los casos que describes por culpa de hombres, que también conozco, que actúan de esa forma despreciable de la que hablas y además se enorgullecen de ello. Y afortunadamente conozco parejas que en su conjunto (hombre-mujer) alcanzan no la Belleza, si no la Perfección, también con mayúsculas. Amar, Querer y Respetar, añado yo.
Pero que conste, Sonia, que me ha gustado mucho, pero que mucho, la entrada que has escrito.
Un besazo Medio Vecina !
Buf Sonia!!!, vaya tema que has tocado...se puede decir más alto pero no más claro.
No tengo experiencia en todo lo que comentas....llevo con mi mujer desde el colegio....21 años ya, más de la mitad de mi vida y todas esas frases que has puesto las he odio en las pelis, series de tv pero no en vivo...A mi hay una cosa que me jode mucho, pero mucho....El cinismo!!!!
Puedo decir bien alto que yo si he conocido el amor y mi mejor amiga es mi mujer (además se llama tambien Sonia)...Eso es Belleza!
Un saludo y muy buena tu entrada
Quique
Je,je, me abstengo...pero no deberíamos generalizar, hay marcianos y marcianas y terrícolos y terrícolas.
Y por cierto, recuerda, a las 18:00 horas cuestas.
Un beso.
Puede que seas dura en el análisis pero es la pura realidad. Menos mal que aún quedamos excepciones.
Las excusas de muchos son sólo expresiones fruto de una educación machista.
Totalmente de acuerdo (con Saturnino). Hay marcianos, y marcianas...
El problema, creo yo, es lo difícil que resulta encontrar algo bueno entre tanta mierda. Yo en ese sentido, tengo la inmensa suerte de compartir mi vida con una mujer a la que quiero y respeto. Y no solo eso, también me siento inmensamente querido. Si no me hubiera cruzado con ella, pensaría que todas las mujeres sois iguales.
En fin, no se puede generalizar...
¡Besos! Y a por las cuestas de castigo!!! Jajajaja!!!
¡Uys...!, verificación de la palabra: MANATOM. Jejeje, casi, casi...
No seré yo el que te lleve la contraria Sonia, pero tampoco el que te de la razón absoluta. Ni el que diga que no todos los hombres somos "paredes" sin sentimientos, ni el que admita serlo. Tus razones tendrás para una entrada tan furibunda, y precisamente por eso, por si por desgracia he entendido, te mando un fuerte abrazo.
Porque hay veces que uno no necesita palabras ajenas, sino que escuchen las suyas, sólo eso.
Suerte con esas cuestas, y deja en ellas parte de tu furia.
Me voy a mojar.
Supongo que habrás escrito esto motivada por algo concreto que haya hecho saltar la chispa pero, sinceramente, creo que no me merezco, como hombre y como persona, ser "catalogado" como hoy tú lo has hecho, por mucho que sea totalmente cierto que hoy en día no tengáis las cosas tan fáciles como nosotros (y más aún en ciertas culturas).
Jorge Volpi seguro que no me conoce a mi ni a mi mujer, con la que llevo 10 años de relación teniendo 29 años como tengo.
Hablar en general es muy fácil, pero al hacerlo creo que caes en los mismo que criticas. Cada persona es un mundo y en un mundo caben muchas cosas.
La Belleza no es patrimonio exclusivo de las mujeres y no creo que vaya implícito en el hecho de ser mujer. Hay mujeres Bellas y mujeres que no lo son. Hay hombres Bellos y otros que no lo serán en la vida.
Y ahora me voy a correr, que es viernes y hay que empezar el fin de semana con buen pie.
Un saludo y "take it easy".
"Mataré a un gato y me llamarán Matagatos"
Ciertamente la visión no es Objetiva debido a que no se puede meter en el mismo saco a todos, como ya han dicho antes, hermosas personas han sido castigadas hasta la saciedad solo por ser buenas, dada la casualidad de juntarse con personas mezquinas. Pero,somos tan distintos?
No es la primera vez que leo lo que has escrito, y han sido exactamente las mismas palabras en boca de otro autor, movido por el daño hacia su persona o allegados y, rasgarse las vestiduras y soltar tal cantidad de "pestes", lo unico que se consigue asi es que personas que os quieran del sexo enemigo se sientan heridas, como en un campo de batalla, donde una barrera de artilleria masacra tus compañeros y descubres al dia siguiente que fue obra de tus propios artilleros que calcularon mal. Las palabras hay que decirlas pero hay que medir lo que se dice, no lanzarlas y esperar que agachemos el cogote, a unos los hará pensar, otros les dará igual, porque no cambiarán su forma de ser, y a otros se les clavará como un cuchillo ardiente en el pecho para luego abrirlo en canal, no somos todos iguales.
jeje. Interesante tema de debate, casi como para un blog él solito. Demasiado amplio para poder contestarlo en un comentario.
Tengo dos sugerencias:
1. Proponer cada una de esas frases en una entrada separada, y abrir el debate.
2. Dejar que la gente añada frases dichas por hombres y por mujeres.
Sandra: Reconozco que mi situación es bien distinta y mi experiencia en este tema está lejos de afectarme tal y como te ha ocurrido a ti. Ya sabes que es un pequeño ajuste de cuentas con vosotras. No podía por menos.
Un besín sister!
Anónima: Como espectadora de ciertos hechos de expediente x era algo que os debía. Verlo escrito espero que cambie la perspectiva y os ayude a encararlo de otra forma.
Un besín!
Abe: gracias por mostrar tu opinión. Tienes razón: conversar con un chocolate caliente no tiene precio, jeje.
Un abrazo!!
CarLitros: te doy toda la razón. Por supuesto que no he sido imparcial y objetiva, no era mi interés. Como expuse al comienzo del estudio se trata de algo que ha afectado a mi entorno más cercano. De todas formas creo que he evitado caer en la generalización: si creyera que todos sois como los de este retrato creo que me cambiaría de planeta. Pero muchas gracias por mojarte y compartir tu opinión.
Un besazo Medio Vecino!
Quique: me alegra saber que este no es tu caso. Desde luego no es el más mayoritario (espero), pero sí el que se ha inmiscuido en mi entorno los últimos tiempos. Ponerlo por escrito era algo que debía a las personas afectadas.
Un abrazo y recuerdos a mi tocaya!!
Saturnino: me apena que se entienda que he generalizado. Tú conoces mi situación y sabes que es completamente alejada de lo que he escrito; por este motivo me resulta imposible meteros a todos en el mismo saco. Y por supuesto que existen mujeres del mismo palo (creo que las he denominado femme fatales, jeje).
Vaya tardecita con las cuestas, jeje!!
Un besín!
Gregorio: es la realidad que han vivido personas muy cercanas a mí. Coincido contigo: creo que hay algunos que son muy poco responsables en el trato a los demás. Gracias por tu opinión!!
Un saludo!
Jordi: no era mi propósito generalizar, ni mucho menos. Tú eres un buen ejemplo, como los que participan en este blog. Tampoco es lo que he vivido personalmente, pero sí es cierto que mucha gente es tratada de esta manera. Espero que sirva para valorar lo que tenemos y me alegra saber que eres uno de los afortunados. Muchas gracias por mostrar tu opinión.
Un saludo!!
Carlos: no busco tener razón o no. Es un tema con muchos matices y, como expuse en las primeras líneas, viene motivado por lo que ha sucedido en mi entorno más cercano. Ni siquiera lo he vivido en mis carnes, pero sí lo he presenciado y me disgusta mucho que algunos no sean capaces de apreciar de verdad a las personas.
¿Manatom? Jajajaja. Gracias por tu opinión!
Un saludo!
Vicman: es una pena que te hayas sentido catalogado de esta forma, desde luego no era mi intención. Creo que existen numerosos indicios en todo el estudio que prueban que se trata de un hecho no generalizable, a saber: "situaciones recientes de mi entorno más cercano ", "Sabemos que no todos sois iguales" o "existen ciertos personajes", por poner sólo unos ejemplos. Además he retratado un punto de vista: el del hombre respecto de la mujer; sólo una vez he mencionado el otro lado, las que he denominado femme fatales, sin entrar a valorarlas porque no era mi objetivo. En cuanto a tu comentario sobre Volpi, debo decirte que es un escritor, y que el fragmento corresponde a una de sus novelas: "El jardín devastado". En ningún modo la cita debe interpretarse como la opinión del escritor. Entiendo que tu situación es bien distinta a lo retratado, como la mayoría de los que han participado con sus comentarios, incluso la mía también lo es. Pero eso tampoco es generalizable. Por mucho que te cueste creer existen personas que se enfrentan a sujetos como los descritos, y eso también es real. Muchísimas gracias por tu participación.
Un saludo!
Anónimo: en primer lugar estaría mucho mejor que no escondieras tu opinion, que agradezco como las otras, detrás de la etiqueta de anónimo, aunque sé quién eres. En el resto de comentarios ya he repetido hasta la saciedad que mi propósito no era generalizar y creo que una lectura más atenta del estudio lo demuestra. Que no todos sois iguales creo que es evidente, lo sabes de sobra, tú eres un claro ejemplo. Pero existen muchos hombres que no tratan a las mujeres como tú. Y eso es denunciable y merecedor de echar todas las pestes necesarias. Con sujetos como los descritos no cabe medir las palabras. Demasiado se han medido ya. De todas formas gracias por tu participación "Anónimo".
Un beso!
Tecolinha: es un debate que se puede ampliar hasta el infinito, por supuesto. Y también incluir en él a las mujeres. En este estudio tan sólo lo he esbozado, pero efectivamente, no somos unas santas ni mucho menos. Lo tendré en cuenta para un futuro estudio sociológico.
Un abrazo!
Bueno, madre mía, se ve que estas dolida, posiblemente por una mala experiencia de esas que todos pasamos alguna vez en nuestra alocada vida. Solo te voy a decir que no estoy de acuerdo contigo en nada, vamos, pero en nada en absoluto. Conozco a varias mujeres que se han portado fatal con sus respectivas parejas y no por eso generalizo y digo que todas las mujeres sois unas golfas y creo sonetos fáciles, de sencilla didáctica de esos que a las masas les encanta, para defender una causa arta compleja y en la que sin duda también quien escribe tiene parte de culpa. Estoy seguro.
Las relaciones entre hombres y mujeres son complejas, claro, ¿de qué otra manera podían ser si no para que nos acercásemos a ellas buscando su domesticación y su excepción una y otra vez? buscando la relación que confirme la regla y que nos haga pertenecer al reino de los dioses a sabiendas que es una relación especial, a sabiendas que la complejidad de esta simbiosis ha sido aplacada por la mirada cómplice de dos personas que caminan en las misma dirección. Conseguir esto no es fácil, y por eso tanto hombres y mujeres nos embarcamos una y otra vez en "tamañas" disputas por encontrar alguien que nos haga sentir esto. Yo sinceramente, no quiero que hombres y mujeres se conviertan en "entes" mediocres y uniformes solo distinguidos por un pene o unas tetas, no.
Tanto hombres como mujeres se necesitan, se complementan y se deben comunicar y al igual que hay mujeres que solo saben hablar a través de sus prominentes tetas, también hay hombres que solo piensan con la entre pierna, por supuesto, pero es nuestro problema el discernir entre unos y otros para poder buscar y encontrar lo que realmente necesitamos, nuestro complemento, sin olvidar eso, que nos debemos de complementar, no intentar que la otra persona se convierta en nuestra imagen especular o en el criado de de turno, si no os gusta no esperimentemos con él como quien se mete en un laboratorio de química para que después la reacción resultante explote y nos queme la cara.
Tampoco creo que hoy día exista una educación sexista, no, la educación empieza desde casa y tanto niños como niñas hacen lo que quieren y viven de la forma en que eligen, nuestros gustos no tienen porque ser los mismos, ni nuestras apetencias, para nada, pero tienen que ser perfectamente respetados. Dices que solo sois belleza, yo creo que no, que la belleza es lo que menos os diferencia de nosotros, para mí sois inteligencia, estáis al cargo de una inteligencia sublime que os permite discernir, en la mayoría de los casos, el lado práctico y ergonómico de las cosas, sois el "alma mater" de cuantos poblados jalonan áfrica y la fuerza por la que el hombre prehistórico pudo evolucionar, porque siempre tuvo una mujer que le cubrió las espaldas, y esto no es sexista, es un motivo de orgullo, creo yo.
Pero vamos, que siempre que haya gente que cuestione el comportamiento de hombres y mujeres y no sepa ver la heterogeneidad entre uno y otra bando amén de en el mismo propio, siempre estaremos con este absurdo debate de igualdades y de ministerios de mierda que nada hacen por los problemas reales de una sociedad arta compleja y por tanto enrriquecedora. Los hombres, al igual que vosotras, no lo sabemos todo y un "no se" como respuesta igual quiere decir que realmente no sabemos o no tenemos claro que hacer, igual es que esperamos que vosotras nos lo digais, que pensemos ambos para llegar a una solución que por nosotros solos no podemos discernir, ¿es esto tan malo?. Pero claro, volvemos a lo de antes, a muchas de vosotras os gustaría que nosotros tuviéramos la gran mayoría de las respuestas para vuestras preguntas, y la palabra oportuna para cada situación, vamos, en definitiva, es`perais lo mismo que esperamos nosotros de vosotras y que muchas veces tampoco encontramos, ves como al fin y al cavo no somos tan diferentes. Vamos, esto es lo que yo creo, "no se" se será un denominador común para todas las relaciones, porque hay más relaciones que churros y más personas de las que nuestro planeta puede sustentar.
Gracias por agregarme en tu blog, ahora mismo voy a hacer yo otro tanto. Un saludo y espero no haber sido muy pesado.
Sonia, me has removido mi maquinaria. Esta entrada mía va por tí.
http://objetivo21km.blogspot.com/2009/10/un-elogio-la-mujer-brava.html
Es cierto que hay un gran pocentaje de hombres que son así, pero no todos. Yo por desgracia he vivido eso en mis propias carnes, pero no podemos vivir sólo del pasado, porque muchas veces terminan pagando justos por pecadores. Además cuando te encuentras con alguien así, lo mejor que nos puede pasar, es precisamente eso, que salga de nuestras vidas porque lo único que vamos a sacar de esa relación es sufrimiento y la vida es para disfritarla. Y como suele decirse, yo prefiero vivirla sola que mal acompañada.
Me voy una semana de viaje y cuando vuelvo...¿pero que ha pasado? Yo no generalizaría, esto le puede pasar tanto al hombre como a la mujer. Es una cuestion de probabilidades, y en temas de estadistica a lo mejor sólo hay cinco bolas negras entre 5000 blancas y te tocan todas las negras. Lo importatne es que la vida sigue y que hombres y mujeres hay unos cuantos, el tema es encontrar al adecuado/a. Animo.L.A.
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