XII Media Maratón Vía de la Plata: Cazafantasmas

Llegamos, lo vimos y le dimos una patada en el trasero.

Ghostbusters

Si tengo que definir con una palabra lo que ha supuesto esta semana no tengo ninguna duda, elegiría cazafantasmas. Y la razón es bien sencilla, porque después de varios meses entrenando por fin puedo presumir de dos marcas decentes tanto en 10km como en media maratón. Así es amigos, después de casi dos años corriendo ya puedo añadir a mi currículum una media en condiciones...

Bien prontito por la mañana nos presentamos en la localidad leonesa de La Bañeza, con el tiempo justo para desearle suerte a mi sister Sandra y a sus padres, quienes iban a participar en la media como andarines, ella por segundo año consecutivo y sus padres estrenándose en esta experiencia. Doy fe de que se divirtieron, que al fin y al cabo era lo importante, y como al señor González fue imposible pillarle en carrera, porque camina que se las pela, sí que pudimos sentirnos arropados por los ánimos de Sandra y su madre.

También contamos con la presencia de Jan y Raquel, amigos que vinieron de Madrid, que también disfrutaron de la carrera y con los que compartimos muy buenos momentos antes y después, ya que tuvieron a bien compartir mesa y mantel con estos locos del Nunca, que hablan de cosas raras y se apuntan a carreras un tanto extrañas... Gracias por venir; ya sabéis, os esperamos en León. 

Mauri, Amador, Lorenzo, servidora, Abe, Jan, Raquel y Saturnino

Y en estas andamos, cuando después de desearnos suerte, cada uno emprende su camino, yo con Abe, a cola, que no tenemos prisa. Aprovecho para agradecer el saludo de dos corredores seguidores de este blog (intuyo que uno de los dos es Álvaro), me alegro mucho de que os paséis por aquí. Sed siempre bienvenidos...

La carrera no tiene mucha historia. La máxima era disfrutarla sin ningún tipo de preocupación ni presión, y eso fue lo que hice. Siempre con el amigo Abe, fuimos poco a poco comiendo kilómetros, haciendo una buena primera parte a pesar del desnivel desfavorable. Al paso por el 10mil íbamos a una media por debajo de 6', bastante constantes, y yo, con las piernas ligeramente cargadas, empezaba a temer lo que vendría en la segunda mitad. El paso del km 10 al 12 se me hace eteeeerno y empiezo a sufrir un poco por el cansancio y las malas sensaciones. Ver a Sandra y su madre me da un respiro, me sube la moral y sus ánimos me ayudan a espantar esos fantasmas de mi cabeza, por lo menos para agachar la cabeza, apretar los dientes y tratar de seguir la estela de Abe sin que decaiga el ritmo, así hasta pasado el km. 16, donde las gominolas ingeridas hacen su efecto, mis piernas recobran su fuerza y cual Popeye nos lanzamos en la última parte del recorrido.

Abe y yo, foto cortesía de Sandra

Trato de no pensar, el crono me va avisando todo el tiempo, pero alejo cualquier atisbo de emoción, no es el momento para celebrar, aún no. Ya en kilómetros de bajada seguimos castigando el cuerpo y con la mirada clavada al frente busco uno a uno esos kilómetros que me acercan a meta, sin notar que llego al límite, muy lejos de él, tan lejos que esta vez no me alcanza... Km. 20, "el de la gloria", le digo a Abe... Ahora sí que sí, relajo el ritmo, la alegría comienza a aflorar, nos acercamos a La Bañeza y antes de girar hacia la izquierda y cruzar las vías del tren una camiseta naranja emerge; conozco a su portador, una figura que ha venido en mi busca siempre que ha podido y que esta vez me ha encontrado muy pronto... Mi padre nos ofrece su paso (siempre su paso) y nos acompaña en esos últimos metros, pidiéndome tranquilidad y que normalice mi respiración. Último giro y ya veo el arco, y me emociono de verdad, y no paro de sonreír, y la gente aplaude, y veo a Jan y Raquel dándome los últimos ánimos, y a mamá inmortalizando el momento, y por fin la meta en 2h2'27" mejorando mi tiempo en media en 12'...

Saturnino, servidora y Abe entrando en meta

Ayer fue un gran día, un día inmenso, un día en el que me demostré a mí misma que puedo hacerlo, que estoy para hacerlo y que lo hice; un día en el que cacé viejos fantasmas y un día que supone un nuevo comienzo. Ahora sí, hablemos de correr...

Por último, me gustaría dedicar este humilde éxito a dos personas en especial, contanto por supuesto con mi gente, los de siempre. Primero a Mariu, para que sepa que es posible y que despacito y con buena letra se pueden conseguir muchas cosas. Y a Jesús, el Míster, a quien tengo tanto que agradecer que con esta entrada no me bastaría; gracias por ingresar en el reino del caos e imponer orden, gracias por devolverme aquello que perdí...