Responsabilidad


"Has reconocido que el delito cometido contra el pueblo judío en el curso de la guerra es el más grave delito que consta en la historia, y también has reconocido tu participación en él. Pero has dicho que nunca actuaste impulsado por bajos motivos, que nunca tuviste inclinación a matar, que nunca odiaste a los judíos, y pese a esto, no pudiste comportarte de manera distinta y no te sientes culpable. Nos es muy difícil, aunque no imposible, creerte; existen pruebas, aunque escasas, que demuestran sin dejar lugar a dudas razonables lo contrario de cuanto afirmas, en lo referente a tus motivos y tu conciencia. También has dicho que tu papel en la Solución Final fue de carácter accesorio, y que cualquier otra persona hubiera podido desempeñarlo, por lo que todos los alemanes son potencialmente culpables por igual. Con esto quisiste decir que, cuando todos, o casi todos, son culpables, nadie lo es. Ésta es una conclusión muy generalizada, pero nosotros no la aceptamos. Y si no comprendes las razones por las que nos negamos a aceptarla, te recomendamos que recuerdes la historia de Sodoma y Gomorra, dos vecinas ciudades bíblicas que fueron destruidas por fuego bajado del cielo porque todos sus habitantes eran culpables. Esto, dicho sea incidentalmente, ninguna relación guarda con la recién inventada teoría de la "culpabilidad colectiva", según la cual hay gente que es culpable, o se cree culpable, de hechos realizados en su nombre, pero que dicha gente no ha realizado, es decir, de hechos en los que no participaron y de los que no se beneficiaron. En otras palabras, ante la ley, tanto la inocencia como la culpa tienen carácter objetivo, e incluso si ochenta millones de alemanes hubieran hecho lo que tú hiciste, no por esto quedarías eximido de responsabilidad.

Afortunadamente no se llegó tan lejos. Tú mismo has hablado de una culpabilidad por igual, en potencia, no en acto, de todos aquellos que vivieron en un Estado cuya principal finalidad política fue la comisión de inauditos delitos. Poco importa las accidentales circunstancias interiores o exteriores que te impulsaron a lo largo del camino a cuyo término te convertirías en un criminal, por cuanto media un abismo entre la realidad de lo que tú hiciste y la potencialidad de lo que los otros hubiesen podido hacer. Aquí nos ocupamos únicamente de lo que hiciste, no de la posible naturaleza inocua de tu vida interior y de tus motivos, ni tampoco de la criminalidad en potencia de quienes te rodeaban. [...] Si aceptamos, a efectos dialécticos, que tan sólo a la mala suerte se debió que llegaras a ser voluntario instrumento de una organización de asesinato masivo, todavía queda el hecho de haber, tú, cumplimentado y, en consecuencia, apoyado activamente, una política de asesinato masivo. El mundo de la política en nada se asemeja a los parvularios; en materia política, la obediencia y el apoyo son una misma cosa. Y del mismo modo que tú apoyaste y cumplimentaste una política con unos hombres que no deseaban compartir la tierra con el pueblo judío ni con ciertos otros pueblos de diversa nación -como si tú y tus superiores tuvierais el derecho de decidir quién puede y quién no puede habitar el mundo-, nosotros consideramos que nadie, es decir, ningún miembro de la raza humana, puede desear compartir la tierra contigo. Ésta es la razón, la única razón, por la que has de ser ahorcado".

Hannah Arendt, Eichmann en Jerusalén: un estudio sobre la banalidad del mal, Barcelona: Lumen, 1999, pp. 419-421.

6 comentarios:

El crusti dijo...

Hola Sonia. Te doy mi opinión sobre el texto (el contenido). En esta argumentación no me gusta el resultado final, tan de "Ley del Talión": "del mismo modo que tú (...) nosotros consideramos que (...)". Ojo por ojo, diente por diente, vamos.
Afortunadamente existe una Ley que se hace cumplir y que para nada es de este estilo.
By my side...
Gran aportación, gracias.
Besos
Santi

Caxaira dijo...

Bueno Sony,de esta entrada te diré que está interesante sin duda,pero en plan informal...yo prefiero que que "el pescaito frito tenga su puntito de sal" jajaja.
De la entrada de la media de Getafe...buf sencillamente genial, muy bien,enhorabuena!este va a ser tu año para hacer mejores marcas,ya veras!
Y a la entrada de Independencia,bien venida al "Club" jajaja,es una autentica experiencia y una aventura inigualable sin duda! felicidades!

Jan dijo...

la condicion humana de hannah arendt es uno de mis libros de cabecera. Un personaje curioso, con una vida de telenovela.

Solo empañada cuando lees comentarios como el que incluyes, por su relación a escondidas y su amor por martin heidegger, que apoyó a hitler y al movimiento fascista.

Si es que el amor lleva a estas cosas...

Santa Biología dijo...

Y yo estoy totalmente en contra de ese ahorcamiento, tan injusto y parcial como los cargos que se le imputan.

Un saludo

Los runners de La Elipa dijo...

Leyendo tu entrada me acabo de acordar del llamado experimento de Milgram sobre la obediencia pasiva y que parece que fue motivado por la condena a Eichman bajo la pregunta ¿Que habrías hecho tu? La conclusión del experimento es inquietante.
http://es.wikipedia.org/wiki/Experimento_de_Milgram

Saludos desde La Elipa.
Jaal

SONIA dijo...

Muchas gracias por mostrar vuestra opinión.
Lo que pienso del ensayo de Hannah Arendt es que el juicio de Eichmann fue un ejercicio de venganza. Analizando todos los elementos del juicio llego a la conclusión de que el acusado actuó siguiendo órdenes oficiales y que es probable que siguiendo el derecho israelita común no fuera condenado a pena capital. Además hay que tener en cuenta que fue secuestrado en Argentina, que fue juzgado por israelíes y que existen numerosos vacíos a lo largo del juicio.
Además, la última valoración, "nosotros consideramos que nadie puede desear compartir la tierra contigo", supone realizar el mismo acto que en su momento hizo el acusado.
En resumidas cuentas, venganza. Por lo demás, y creo que Jaal da en el clavo, lo que me interesaba del ensayo son los conflictos de conciencia relacionados con el mal. Cuanto más trabajo en el tema más me doy cuenta de que quizás en determinadas circunstancias todos actuaríamos de igual forma... Y eso es lo inquietante.

Gracias a todos!!

Un abrazo!