Humo


Ayer me fui al teatro dispuesta a ver esta representación de Juan Carlos Rubio con mi compañera de patio de butacas, Vane. Tenía la firme esperanza de que el partido de Copa del Rey no aguara la fiesta al espectáculo, y sin duda, los nombres del cartel, Juan Luis Galiardo y Kiti Mánver (entre otros) contribuyeron a que así no fuera.

Humo viene con un subtítulo que ataca directamente a la línea de flotación: ¿es la mentira la más peligrosa de las adicciones? Y su sinopsis, marcada por la compañía teatral, es la siguiente:

"Luis Balmes lleva casi dos décadas viajando por el mundo y ayudando a todo
el que pague por ello a librarse de la peligrosa adicción al tabaco. Su famosa
terapia le ha llevado hasta Málaga, ciudad en la que reside su ex esposa, Ana.
Luis decide ir a visitarla al periódico local (en el que la mujer trabaja e intenta
sacar a flote su vida profesional y personal) y confesarle el más inconfesable
de los secretos: ha vuelto a fumar.
Una vez juntos, las verdades y las mentiras irán saliendo a flote. Nada es lo
que parece. El pasado y el presente se mezclan en una noche que se presenta
larga. Y es que a ambos les cuesta reconocer que la adicción más peligrosa
que comparten es su propio amor... ¿Podrán curarse?"

Humo trata, efectivamente, la más peligrosa de las adicciones: el amor. Somos drogadictos. Ese es el primer paso a reconocer. No importarán las mentiras, acaso tampoco las verdades. Quizás sí la fe. Pero ante todo, estalla este poderoso sentimiento apasionado que nos mueve. En un momento de la presentación el personaje de Ana, durante esa larga noche, llegará a afirmar que su matrimonio se ha convertido precisamente en eso, humo. Un espejismo que se desvanece en la atmósfera apenas es acariciado. Luis responde enérgico: el humo es el indicio del incendio.

Recomendable la obra por el análisis social al que invita, por la reflexión sobre el mundo de apariencias en el que nos envolvemos, por el trabajo de los actores, por el montaje, por una hora y treinta y cinco minutos bien empleados.

Y humo es precisamente lo que me propongo hacer. En los próximos días inicio uno de los viajes más esperados, una pequeña conquista de Rusia en la que visitaré Moscú, San Petersburgo y Voronezh. Placer y negocios. Hasta la vista entonces.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Pásalo bien en Rusia. Me das envidia sana la verdad.

Un beso Medio Vecina

Rafa González dijo...

Menudo viaje! Que te vaya muy bien!!!

SONIA dijo...

CarLitros: ten por seguro que pienso pasármelo como una enana! A la vuelta crónica segura!
Un beso Medio Vecino!

Rafa: ya te digo! Llevo muchos meses esperando este viaje. Veremos a ver qué nos depara esta aventura.
Un abrazo!!

Beatriz dijo...

Pues que se te dé requetebién el placer y los negocios por tierras rusas. Danos mucha envidia a tu vuelta contándonoslo todo.
Besos.