Volando voy

Después del test de Palencia se presentaba una semana un tanto complicada en cuanto a entrenamientos se refiere. Por fin empezaba el trabajo de series, después de las cuestas y los cambios de ritmo, y además aumentaba en otros 5' la tirada larga del domingo, dejándolo en unos 80' totales. En un principio tenía mis dudas de cómo lo afrontaría, teniendo en cuenta el esfuerzo realizado el domingo, pero los resultados, además de satisfactorios, han sido bastante sorprendentes y arrojan más dudas si cabe sobre mi estado de forma y mis posibilidades reales, porque reconozcámoslo, jamás en mi vida pensé que podía rendir a este nivel...

El martes me esperaba un rodaje de 60', pero lo que debería ser algo tranquilo y recuperador se convirtió en una buena sesión a ritmo rápido. Me lo pedían las piernas y así lo hice. Mi acompañante, Aitor, se quedó sorprendido y confesó que en algún momento le costaba seguirme la estela... ¡Quién me ha visto y quién me ve! Primera sorpresa de la semana: jamás pude pensar que podía llegar a apretarle las tuercas a alguien que, visiblemente, es mejor que yo. 

Con el remordimiento de conciencia por haberme pasado y temiendo lo que se me venía encima con las series, me planté el miércoles en La Granja con mi padre, a ver si acaba por cogerle el gusto a este tipo de entrenamiento. En un principio, después de un calentamiento de 25', tenía 7x500 entre 2'50" y 2'35", recuperando 1', pero ya la primera serie dio al traste con todo el planteamiento. Cómodamente paro el crono en 2'33" y el resultado del resto de la experiencia es el siguiente: 2'34", 2'34", 2'29", 2'21", 2'19" y 2'17". Es decir, rodando a ritmos un tanto estratosféricos, pero en los que me sentía bastante a gusto. Segunda sorpresa de la semana: ¡puedo correr rápido!

El viernes tenía previsto un rodaje de otros 60', esta vez con cuestas, para seguir trabajando la fuerza. Me uno a mi padre, que también tenía previsto un rodaje similar, y nos vamos a Los Pinos. Despacito y con buena letra (un lema que el Míster me ha grabado a fuego) completamos un circuito plagado de subidas, en mi caso haciendo frente a un sinfín de malas sensaciones. En toda la hora no acabé de sentirme bien del todo, pero aun así fui capaz de hacer frente a esa adversidad. Lo negativo fue que me hice rozadura entre los muslos y al final tuve que correr de forma un poco extraña, pero... Tercera sorpresa de la semana: a pesar del cansancio y el malestar completé un rodaje de cuestas (¡sin quejarme!).

Y ahora sí, definitivamente me quedé a verlas venir para el rodaje dominical, pensando que pagaría mis excesos runneriles. A las 10 quedo con mi madre, quien me acompaña en su bici para no dejarme sola y de paso llevarme el avituallamiento, sin duda un buen ensayo de lo que habrá de venir en el futuro... Cogemos la ruta del carril bici y pronto empiezo a marcar kilómetros a un ritmo de 6' justos; así se suceden uno detrás de otro, hasta que decido darle un poco de caña a la máquina y bajo los ritmos a 5'50" y 5'40". Al final completé unos 13,5 km a un ritmo medio de 5'56". Cuarta sorpresa de la semana: ¡Puedo hacer un rodaje largo por debajo de 6'!

Y después de tanta sorpresa nos preparamos para otra semana en la que estaré de congreso por Santander; eso sí, las zapatillas van en la maleta.