Después de tres meses sin una palabra, regreso a mi blog para dar cuenta de mi particular vuelta al cole con los 10k de la Virgen del Camino, primera prueba de la II Copa Diputación de León. A lo largo de estos tres meses en silencio me he enfrentado a una insidiosa lesión en mi rodilla izquierda, la de siempre, fruto de una mala planificación de temporada y de no saber parar a tiempo. Sin embargo, la constancia y la paciencia todo lo alcanza y aunque las obligaciones laborales marcan la pauta y restan mucho tiempo para entrenar, poco a poco he podido disfrutar de pequeñas dosis de zapatillas.
Ya casi ni me acordaba de lo que era tener un dorsal en el pecho y el inicio de la temporada de asfalto en León se sentía con cierto nerviosismo; había algo en el ambiente que convertía la fecha en especial y el éxito de la convocatoria no dejó lugar a dudas: muchos fuimos los corredores que acudimos a la cita, una cita que, en verdad, fue como el primer día de colegio.
Detrás de mi padre y Laura. Fotografía cortesía de Julio |
Con el pistoletazo de salida, uno mis pasos a los de Laura, una joven corredora que comenzó en esto del running el año pasado y que está teniendo una gran progresión. Al poco nos da alcance mi padre y los tres imponemos un ritmo ligeramente por debajo de 5' muy constante. Mi corta preparación deja al descubierto que la falta de kilómetros y rodaje me pueden hacer sufrir en exceso y este año la premisa es bien clara: aquí se viene a disfrutar; pelearme por medio minuto menos no me compensa, así que fijo un objetivo: alcanzar a Omar, mi fisio, al que le llevamos comiendo terreno poco a poco. Calculo que va unos 10 ó 15 segundos más lento, justo lo que yo necesito para correr de forma más cómoda, así que cuando finalmente le damos alcance en el km. 5 me coloco a su vera y juntos, enfrentándonos al viento y la lluvia, culminamos la segunda vuelta de la carrera en 50'21" a una media de 5'02", un tiempo que me deja un buen sabor de boca y supera con creces mis expectativas para esta carrera.
Llegada a meta con Omar |
Ahora me quedan dos semanas para la Media de León, lo justo para afinar un poco el estado de forma y poder disfrutar de la carrera sin mayores complicaciones. Las ganas y la ilusión harán el resto.
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