Hoy es un día importante para este blog, para lo que significa y lo que supone en mi vida, porque hoy estoy de cumpleaños: hace exactamente un año, el 3 de noviembre de 2008, desempolvé mis viejas zapatillas de correr y me fui con mi padre al parque de La Granja a dar mis primeros pasos como runner, con el objetivo claro de acabar la I Media Maratón que se celebraría en mi casa, en León. Tengo tan grabado aquel momento, ya casi de noche, bajo el frío leonés, que jamás me olvidaré de lo que sentí en aquellos tímidos comienzos cuando respirar correctamente suponía un titánico esfuerzo, cuando aquel primer kilómetro a 8'30'' daba el pistoletazo de salida a lo que es hoy una de las constantes de mi vida, cuando decidí asomar del abismo y demostrarme a mí misma que tenía la fuerza suficiente para cambiar, y lo que es mejor, el valor y la voluntad para madrugar los fines de semana, para despertar de tan oscuro letargo, para patear los caminos haga lluvia, nieve, una temperatura glacial o el calor más sofocante. Hoy echo la vista atrás y por fin reconozco esos ojos en el espejo. Entonces comprendo que no se trataba tan sólo de participar en una carrera y prepararse para ello, sino que en realidad debía aprender a ser justa conmigo misma, encontrar la luz y el camino, regresar al equilibrio. O eso o un psicoanálisis. Y yo escogí el running.
Hoy ansío que llegue el momento de salir, mi pequeño instante de libertad, donde sólo estoy yo, donde puedo meditar (Ulrike se pasaba horas en el baño porque allí, con las paredes tan cerca, podía hablar mejor con Dios), o donde puedo si quiero dejar mi mente en blanco. Hoy miro en la columna de la derecha de mi blog y me voy de turisteo a ver a mis amigos (no os nombro a todos pero ahí estáis), personas mucho más expertas que yo que me han lanzado sus consejos a los que me he aferrado como tabla de salvación, algunos de ellos compañeros infatigables de carreras (desfacedores de entuertos), almas imbatibles del Nunca correrás sólo y, de entre todos, mi padre, Saturnino, el gran irreductible, quien un día alimentó e hizo creer este sueño que vive su primer año de existencia, y quien siempre, desde mi primer día en este mundo, ha vigilado cada uno de mis pasos. Y al lado del camino, alentando mis sufrimientos, mi madre, Ángeles (¿acaso una artista podía tener otro nombre?), cuya paciente espera es imposible de agradecer con palabras; mi Equipo Muchachita, cuyos ánimos enfervorecidos y su apoyo incondicional siempre han estado a la altura de su grandeza; y Aitor, compañero inseparable que ha compartido (y sufrido) todas y cada una de mis locuras...
Son muchas cosas de las que acordarse hoy. Mi blog es viva muestra de ello. Y como un cumpleaños no lo es si no hay regalo de por medio, ayer me dediqué uno: la oportunidad de demostrarme que sí, que una vez más soy capaz, que puedo hacerlo. Recorrido de 8,5 km. Cuestas. Una mañana perfecta: sol brillante, suavemente velado, temperatura fresca, buena música, mejores sensaciones... Voy corriendo tranquilamente, no me preocupo por el crono, busco mi zancada, que sea lo más cómoda posible y a la vez que no me canse antes de afrontar las seis cuestas del circuito. El terreno debajo de Los Pinos está un poco afectado por la lluvia, pero no está nada mal. Ante mí tengo un terreno hacia arriba con tres partes. La primera de ellas se compone de tres cuestas seguidas de las cuales la peor es, sin duda, la segunda. No tiene mucha pendiente pero es larga y constante. Me van mejor las otras, en las que puedo hacer un poco el cabra. La segunda parte se compone de dos cuestas, siendo la última de ellas la peor del ejercicio: muy larga y con mucha pendiente. Y por último, una última de ellas que me llevará a lo alto de Los Pinos. De este modo encaro la primera de ellas. La mente es distinta. Saco fuerzas. Tiro hacia arriba. En la segunda veo que me atasco, que se me vuela el reto, que no lo voy a conseguir, hasta que dos sombras se acercan por mi izquierda y pasan por delante de mí a cinco metros. Dos corzos que suben por el monte con la mayor facilidad del mundo. No puedo describir lo que sentí. Fue una revelación, un momento muy especial, íntimo, de reencuentro. Y lo que pasó después fue un sueño: fui subiendo una a una todas las cuestas, al paso, hasta que llegué arriba del todo, con León a mis pies, los brazos en alto y riéndome a carcajadas. Dos paseantes que iban por allí me miraron como si estuviera loca, pero es imposible que ellos lo entendieran. Aquella cima significaba muchas cosas.
20 comentarios:
Felicidades Sonia. Me ha encantado el relato del final, con victoria y una ciudad a tus pies.
Un besazo
Muchas Feleicidades Sonia!!!, tu primer año corriendo y compartiendo con nosotros tus entrenos, te deseo que sean muchos más y nosotros que lo veamos/leamos.
¿A que ritmo irían los corzos?...
Un saludo
Quique
Bonita entrada.
Muchas felicidades y a seguir cumpliendo años, retos, objetivos... y disfrutando del camino... y de los caminos. Aunque tengan cuestas, muy bien hecho, felicidades también por esa "cumbre" que conseguiste.
Un abrazo.
Felicidades niña! Pensaba que tenías más años. Para tener un solo añito has crecido mucho y reflexionado más. Seguro. No dejes de deleitarnos con tus crónicas. Las disfruto.
Que bonito lo que has escrito, un texto reamente marvilloso. Me ha emocionado, de verdad. Enhorabuena por tu primer aniversario, y que cumplas muchos más. Un besazo
... porque es un blog excelente, y siempre lo será....
Felicidades.
Muchas felicidades Sonia.
Que sigas corriendo, escribiendo y nosotros leyéndote.
Quizás, yo más que nadie quiera que sigas cumpliendo años como atleta y además que pronto puedas correr tranquilamente a mi ritmo de combate, los 5´por km.
Un beso.
Hola Sonia, felicidades para tí y tú blog.
Que bonita descripción de los parajes por donde transitan tus entrenos, me hacen rememorar zonas a las que le tengo mucho cariño.
Un saludo y felicidades
Sonia, feliz aniversario, se que es un día especial, y estoy seguro de que habrá muchos más porque me consta que amas este deporte, te unen muchas cosas a él.
En cuanto a lo de tu entreno de ayer... no se si son los mismos, pero yo tambien los vi a principios de año y es de esas experiencias que te marcan, a la vez que te sientes afortunado de estar en el sitio en el momento justo, es como un impulso a tu moral, una revelación, un momento mágico.
A seguir así, ayer ganastes una batalla en la dura guerra contra tus fantasmas.
Un beso y felicidades.
Felicidades Sonia, y como se suele decir en estos casos ¡que cumplas muchos más! y que nosotros los veamos corriendo (en la siguiente ocasión detrás tuyo). Una narración perfecta.L.A.
Muchísimas felicidades!! entrar en este mundo es algo muy grande y estoy seguro que desgastarás zapatillas durante el resto de tu vida.
Me encanta cómo has descrito tu entrene de cuestas...yo al acabar algún entreno especial también me pongo a dar gritos y a levantar los brazos (aunque busco lugares solitarios ....jejeje)
Un abrazo y ADELANTE!!!
Enorabuena Sonia. La verdad es que siempre he dicho que muchas veces (99%) un amigo o una buena conversación son los mejores sicólogos a los que podemos acudir y despues de leer tu post voy a añadir el running.
Un saludo y que sigas disfrutando muchos años más del maltrato endorfínico.
Alcanzar un año y seguir manteniendo ilusión no es totalmente común a todos los que comienzan. Me alegro y espero que cumplas un montón.
Quienes corremos de vez en cuando por las montañas nos llevamos esas sorpresas. En Lacalahorra he podido ver cabras montesas, jabalíes, zorros, ardillas... Y entonces corres que no veas.
CarLitros: muchas gracias, esa cima es muy simbólica, y la imagen de León a mis pies más, jeje.
Un besín!
Quique: un añito aprendiendo de gente como tú. Espero que sea el primero de muchos. No sé a qué velocidad iban los corzos, pero te aseguro que muy rápido.
Un saludo!
Tecolinha: muchísimas gracias! Ahí estaremos pateando caminos y cuestas y, por supuesto, consiguiendo más "cumbres".
Un abrazo!
N.G.: ¿has visto qué mayor soy con sólo un añito? La cantidad de cosas que se aprenden en zapatillas:P
Un abrazo!
Jan: muchísimas gracias. Supongo que muchos de vosotros os veis reflejados en estos mis primeros pasos.
Un saludo!
Vicman: muchísimas gracias!!
Un saludo!
Risco: muchas gracias, aquí seguiremos haciendo ambas cosas.
Un saludo!
Saturnino: si nada me lo impide ahí estaré pateando caminos. En series ya voy a 5'... esperemos seguir mejorando.
Un besín!!
biciatleta25: muchas gracias. Correr por escenarios como éstos es todo un lujo.
Un saludo!
Crazysoul: como siempre agradezco tus palabras de aliento. Me acuerdo de la entrada que hiciste contando lo de los corzos, así que sabes perfectamente lo que sentí. Una batalla que he ganado a esas cuestas... pero la guerra continúa!
Un abrazo amigo!
L.A.: muchas gracias. Lo mejor de todo este año es la gente que he conocido. Eso de que vayáis detrás... como no sea en otra carrera de andarina y salga una hora antes que vosotros...:P
Un abrazo!
Rafa: muchísimas gracias. Conseguir un reto es una inyección de moral muy importante, como para no dar saltos de alegría, jeje.
Un saludo y ánimo para ti!
Santa Biología: no lo dudes, apunta el running como tratamiento psicológico. Efectividad comprobada!!
Un saludo!
Gregorio: en mi caso estaba segura de que si daba el paso estaría ganada para la causa sin remedio. Entran en juego muchas cosas. Casi que prefiero los corzos, eso de ver a un jabalí no tiene mucha gracia, aunque hubiera subido las cuestas más rápido, eso seguro!
Un saludo!
¡Felicidades, Sonia!
¡Que sea el primero de muchos aniversarios!
Te saluda un nuevo lector de tu Blog. He llegado aquí desde el BLog de Jan. Ya sabes, los amigos de mis amigos... Pues eso.
Un saludo.
PD: ¡Qué emotivo tu relato!
Pepemillas: eres bienvenido, puedes quedarte por aquí las veces que quieras. Muchísimas gracias por tus palabras, me alegro de que te emocionase mi relato.
Un saludo!
Pepemillas: eres bienvenido, puedes quedarte por aquí las veces que quieras. Muchísimas gracias por tus palabras, me alegro de que te emocionase mi relato.
Un saludo!
¡¡¡Felicidades Sonia!!!
Aunque creo que los que nos debemos felicitar somos todos los que podemos ir presumiendo de tener toda una "campeona" en nuestra familia.
Un besazo.
Llego muy tarde a la celebración: no queda ni un pedazo de tarta... Para el próximo año espero estar más atento.
Enhorabuena por ese primer año, (y bonita experiencia la de ese alto de Los Pinos).
Saludos. ;-)
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