Getafe. Pronóstico reservado

Hace unos meses tenía esta media en el punto de mira con el firme propósito no sólo de hacer marca personal, sino de bajar de la barrera de las dos horas. Sin embargo, muchas cosas han pasado desde entonces y la realidad se ha impuesto como siempre lo hace, de forma fría y aplastante. Pero como mal bicho nunca muere y de todo se aprende en esta vida, el objetivo de Getafe es exactamente el mismo que en las otras medias disputadas: acabar, y al ser posible de una pieza.

Ayer mismo fui consciente de un dato, y es que en mi corta trayectoria como runner no me había preparado "tanto" para una carrera, es decir, que llego a Getafe con un mayor volumen de kilómetros y más experiencia que nunca. A mi favor también juega el hecho de que no estoy nerviosa ante un reto como este por primera vez en mi vida, lo que quiere decir que no tengo ningún tipo de presión más allá de intentar hacer las cosas lo mejor posible. Y en contra... en contra cuenta el insidioso dolor en la cadera que me ha estado molestando progresivamente las últimas semanas, hasta el punto de que, unido al cansancio y ciertos desajustes fisiológicos, me ha fastidiado mi penúltima semana de entrenamiento, acortándome los kilómetros un día y eliminando otro de los cinco rodajes previstos.

Esta semana que resta para la media mi cadera y rodilla y pie izquierdos estarán entre algodones, con sólo dos rodajes super suaves y recomponiendo el cuerpo del agotamiento para poder "entrenar" el domingo con las mayores garantías posibles. ¿El desenlace? Ya veremos.